lunes, 21 de mayo de 2007

Mi querido sialolito


Parece ser que voy a tener que vivir con una piedra en la glándula salival submaxilar durante algún tiempo.

El jueves pasado fui, bueno, me arrastré hasta el ambulatorio perdida de fiebre y con media cara como un tonel. La médico (una chica de mi edad que seguro que está mal pagada) me dijo que era o bien una piedra o bien una muela del juicio que había salido rana. Cuando le dije que no podía ser la muela del juicio porque me la habían extraído, me dijo que de todas formas tenía una infección de caballo y debía tomar antibióticos.

El sábado ya no tenía fiebre, pero seguía con una jeta descomunal y un dolor indescriptible al comer, así que fui al hospital. El médico me metió la mano en la boca y palpó a diestro y siniestro hasta decirme que, como me había dicho la primera médico, se trataba de una piedra. Por supuesto, no me hizo ninguna prueba. Seguidamente me dijo que tenía que ver a un otorrino, así que si el lunes no estaba bien tenía que volver a mi médico para que me remitiese a uno. Total, que hoy vuelvo y la médico, que me dice "pues sí, va a resultar que al final sí que es una piedra". Esta vez me dice que vuelva dentro de unos días para pedir hora para que me remita al especialista, en el hospital, pero que tenga paciencia porque tendré que esperar al menos cinco semanas para hacerme un escáner y así salir de dudas sobre si es una piedra o no y ver si me la tienen que quitar.

Genial.
Viva el sistema sanitario británico, normal que vengan todos "casualmente" a operarse a España durante las vacaciones. Me alegro de volver dentro de 12 días, al menos sé que tengo esperanzas de no morir con un sialolito alojado en mi cuerpo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

vaya con el sialolito!!! tía, no sabía que esas cosas podían ser tan graves...


por cierto... quéeeeee????? vienes dentro de 12 días??????? qué ganitas!!!!!!!!

muchas ganitas de verte!!

besines,

Ire